MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO
Ubicación
Calles Chile 924 y Guayaquil, centro Histórico de Quito
Horarios de atención
Lunes a Viernes 09:00 /12:30 - 14:00 / 17:00
Sábados 09:00/ 12:30
Costo de ingreso
Adulto extranjero o nacional $2,00
Tercera edad, universitarios y personas especiales $1,00
Niños $0,50
El museo Miguel de Santiago de la ciudad de Quito, fue remodelado en el año 1986, gracias a la idea originada en la Comunidad Agustina, teniendo como finalidad promover la conservación del arte y la cultura y también programar actividades dirigidas al conocimiento de la orden religiosa; siendo esta apoyada y llevada a cabo por el instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
El Museo Agustino suspendió su funcionamiento en 1987, debido a los graves daños ocasionados por el terremoto que sufriera la ciudad de Quito, afectando este principalmente a la torre de la iglesia, lugar donde se ubicaba el Museo Miguel de Santiago.
Es en el año de 1995, cuando se instala el nuevo museo, abriendo definitivamente sus puertas al público en general.
El Museo Miguel de Santiago funciona en el claustro del Convento de San Agustín; ocupa un área de 170 metros cuadrados, distribuido en tres salas de exposición, las mismas que se encuentran con perfecta iluminación determinada por luz natural a través de ventanas de luz artificial por medio de reflectores y luz diacrónica
En sí, está compuesto de 5 cuerpos, los 2 primeros donde se ubica la portería, y la tercera sala del museo de estilo Manierista, los tres últimos cuerpos de estilo Neoclásico con la diferencia de que estos últimos poseen materiales constructivos más livianos como la piedra pómez y así evitar el hundimiento de la torre, por sobrepeso. El Corredor Oriental en el cual nos encontramos posee un cielo raso, de estilo Mudéjar que es la implementación de figuras geométricas para decoración, de este techo, pende el fruto del pino (piñas) y posee una serie de decoraciones florales y pan de oro. Lamentablemente, por el año de 1895, época de confrontaciones entre liberales y conservadores, todo esto sirvo de cuarteles militares y fue utilizado el techo para la práctica de Tiro al Blanco, lo que provoco la destrucción casi total de esta decoración.
En el mismo corredor se encuentra la histórica Sala Capitular, es la habitación más grande del convento, tiene 2,5 m. de largo, 7 m. de ancho y 6 m. de alto. Posee piso hecho en ladrillo pastelero para decoración elaborado en Quito. El objetivo principal de su construcción era albergar a la comunidad agustina es por este motivo que la sillería que se dispone alrededor de la sala fue trabajada en madera de cedro negro al natural tiene capacidad de 150 personas aproximadamente. Este conjunto de sillería presenta estilo barroco español (hoja de acanto, flores y frutos) acompañado de un modelo de concha que muestra a Santiago de Compostela. Antes de su inauguración fue utilizada como aula Magna de la Universidad de San Fulgencio en 1586 en la que se dictaban clases de Teología y Filosofía y rama de Bellas Artes. Después de su inauguración en 1741 se la emplea para los capítulos, era una reunión importante dentro de la ordenAgustina por la elección de uno de sus miembros, esta elección se la realizaba cada 3 o 4 años y solo en esa ocasión se abría la sala.
La colección pictórica del Museo se encuentra conformada por cuadros que datan de los siglos XVII, XVIII Y XIX, destacándose la producción artística Miguel de Santiago, Bernardo Rodríguez y varios autores anónimos. La colección de esculturas está dedicada a la representación de cristos, santos, ángeles y apóstoles de diversos tamaños y épocas.
El museo expone cincuenta y cinco obras de arte permanentemente entre pintura y escultura; destacándose las que a continuación manifiesto.
La Inmaculada San Agustín cenando con los obispos, obras celebres del artista Quiteño Miguel de Santiago, siglo XVII.
Bernardo Rodríguez pinto una serie de cuatro lienzos que se exponen e la primera sala, y corresponden a “San Jerónimo”, “San Ambrosio”, “San Agustín”, “San Gregorio Magno”.
En el museo se exhiben varias obras de autores anónimos cabe mencionar los cuadros “Santísima Trinidad” y “San Nicolás de Tolentino”, obras pintadas en el siglo XVII y XVIII respectivamente. Respecto a la escultura debemos indicar que todas las obras que guarda el Museo de Miguel de Santiago son de autores anónimos, se destacan “San Pedro” y “San Judas Tadeo” esculturas que datan del siglo XVII.
Correspondiente al siglo XVIII y también de autores anónimos es la escultura que representa al “Arcángel San Miguel”
En la tercera sala llama mucho la atención la escultura del “Cristo Yacente”, por su tamaño natural y su acentuado dramatismo.
PRIMERA SALA
Se pueden observar lienzos de Goribar, De la Cruz, algunos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña y a los alumnos de Miguel de Santiago. Además 4 pinturas del siglo XVIII pertenecientes a Bernardo Rodríguez, en los que plasma a cuatro doctores de la Iglesia, estos santos son: San Gregorio, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo.
|
SEGUNDA SALA
Tenemos una amplia visión de los siglos XVII, XVIII Y XIX en cuanto a la escultura así:
Siglo XVII: Utilizan mucho pan de oro en la vestimenta, los ojos eran pintados en la misma escultura, de encarne mate y rasgos físicos ligeramente toscos, especialmente el rostro y las manos. De está manera se presenta a San Pedro.
Siglo XVIII: Poseen ojos de vidrio, un encarne más brilloso que era obtenido por el roce de la vejiga del cordero contra la escultura. Los detalles de la anatomía son mucho mejor terminados que el siglo anterior. Es el caso de Cristo Resucitado y San Gabriel.
Siglo XIX: Encontramos tanto ojos de vidrio como pintados en la escultura. Esto depende del material de trabajo, pues en algunas ocasiones se emplea el yeso como material base de trabajo. Estas son: San Bernardo y el Niño de Praga.
En la serie de cuadros encontramos uno muy particular: presenta las iniciales de Miguel de Santiago en una de las esquinas inferiores, este cuadro es La Visita de Cristo a San Agustín. Encontramos además una serie de cuadros importantes por su forma de trabajo, ya que utiliza el rombo como diseño para cuadro. Son 7 lienzos que hablan de las características y títulos dados a San Agustín.
TERCERA SALA
Descansa un Cristo Yacente del siglo XVII traído de Esapaña, su característica particular es ser una sola pieza de madera excepto el brazo derecho. Su tamaño es de una persona adulta perfectamente conformada.
En la representación de Cristo el dramatismo es más acentuado por llagas púrpuras, rostro expresivo, es decir con todos los atributos de la naturaleza humana y divina que la piedad popular ha sabido conjugar a la par de la habilidad imaginera toda la sentimentalidad auténtica del artista.
Los candelabros o tenebrarios son verdaderas piezas de arte, tallados en madera con la representación más simple sobre la muerte: un cráneo y un par de huesos cruzados acompañados de sombreros o bonetes que muestran la antigua concepción jerárquica de la Iglesia: sacerdotes (sombrero de 4 puntas), obispo (mitra), cardenal (sombrero cardenalicio), rey católico (corona) y Papa (tiara).
Un detalle particular es el uso de espejos en el interior de los cráneos donde la luz proyectada por los cirios los iluminaría.
Su finalidad es estrictamente funeraria, y su uso exclusivo de la comunidad religiosa. Los tenebrarios, una joya conservada únicamente en este convento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario