MUSEO JACINTO JIJÓN Y CAAMAÑO
Ubicación
Av 12 de Octubre y Carrión
Horarios de atención
Lunes a viernes 08:00 / 16:00
Costo de ingreso
General $1,50
Este se encuentra
ubicado en el primer piso de la Biblioteca de la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador (Quito). Su sección arqueológica ofrece una vitrina
considerablemente representativa de la época precolombina en el país, a través
de la exhibición de la colección creada por Jacinto Jijón y Caamaño
(1890-1950). La cual fue donada a la PUCE en 1963 por su esposa Sra. María
Luisa Flores y Caamaño y su hijo Don José Manuel Jijón y Caamaño y Flores en
sus calidades de usufructuaria y administradora, y de nudo propietario
respectivamente, mediante Escritura Pública,
donaron a favor de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador, las colecciones que integraban el Museo de
Arqueología, Antropología y Arte, que formó Jacinto Jijón y Caamaño.
Por consiguiente, a
más de conformar un recorrido del Ecuador prehispánico, el fondo arqueoló- 16 gico
del museo de la Católica esboza además el perfil de un personaje considerado
como el pionero, o quizá, el fundador, de la arqueología nacional, siguiendo
los pasos de su maestro, el Padre González Suárez, creador de la Sociedad
Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos.
El conde Jacinto
Jijón y Caamaño, heredero de una de las familias más ricas de Quito, se dedicó
a rescatar y estudiar las piezas arqueológicas contenidas en el suelo
ecuatoriano. Su reserva se convirtió en un museo histórico y funcionó en su
casa de La Circasiana. Por su decisión, en 1963
las piezas fueron donadas a la Universidad Católica.
Este aristócrata
quiteño nació en 1890 y su inclinación por la arqueología empieza en su primer
encuentro con González Suárez. Él, como presidente de la Academia Nacional de
Estudios Históricos, fue quien lo motivó a la recuperación y estudio de las culturas
ancestrales del país.
A través de su
labor, Jacinto Jijón y Caamaño dio cuenta de una preocupación constante por la
identidad nacional, la misma que se refleja a lo largo de su carrera de
investigador. De hecho, Jijón y Caamaño tuvo la oportunidad de trabajar en
diversas zonas del Ecuador: Urcuquí, Quito, El Quinche, Riobamba, Guano,
Tuncahuán, Elén-Pata, Cerro Jaboncillo, Manta. Excavó también en Lima (cultura
Maranga), mientras que su vocación profesional y sus vuelos autodidactas lo
condujeron hasta Europa, en cuyas bibliotecas y archivos investigó desde 1912
hasta 1916. Fue el primer arqueólogo ecuatoriano en trabajar con estratigrafía,
y en proponer una secuencia cultural precolombina basada en el registro
material excavado y/o analizado. Esta rigurosa metodología de investigación fue
además minuciosamente plasmada en diarios de trabajo, los mismos que pueden ser
admirados hoy en día en las vitrinas del museo. Por otra parte, cabe resaltar
que, acorde a la tendencia de su época, las interpretaciones de Jijón denotan
un tinte claramente difusionista. Le debemos también la idea de la famosa “liga
de mercaderes manteña”.
El fondo
arqueológico conformado por Jijón fue exhibido por vez primera en 1950, fecha
en que su creador fundó su Museo de Antigüedades y de Arte Ecuatoriano en la
mansión de la Circasiana, construida por don Manuel Jijón Larrea. Joya del
patrimonio arquitectónico y artísitco quiteño, la Circasiana fue transformada
por Jijón en sede de su "Gran Biblioteca Americanista", así como de
su laboratorio. En la actualidad, alberga las oficinas del INPC y del Archivo
Municipal Histórico.
El fondo
arqueológico de este museo constaba inicialmente de material excavado o
rescatado 17
por Jijón, a raíz de
sus investigaciones en la Sierra, la Costa y en Perú, material al que se
añadieron piezas mesoamericanas, así como la colección de Max Uhle, y un fondo
etnográfico. La organización actual del museo de la PUCE combina una visita
organizada en torno a ejes geográfico-culturales (regiones cañari, puruhá,
panzaleo, de Urcuquí, Chaupicruz, Tuncahuán, Carchi, Cuasmal, Manteño, Napo y
Maranga), cronológicos (invasión inca por ejemplo...), y temáticos (metalurgia,
visiones shamánicas, estilos híbridos, el ecosistema andino).
Cada tema de la
exhibición cuenta con paneles
explicativos y mapas referentes a las piezas que les son asociadas. Asi, cada
cultura consta de una presentación referente a sus prácticas agrícolas,
artesanales (alfarería, metalurgia), funerarias, políticas y religiosas. Cabe
resaltar que el museo posee además especímenes únicos de la famosas sillas
manteñas. Por otro lado, las piezas de la cultura Napo fueron añadidas
posteriormente al fondo original de Jijón, ya que este último no investigó en
la región amazónica. Por último, se destacan
la presentación de una momia maranga descubierta por Jijón, así como la
reconstitución del ajuar funerario asociado a la misma.
A nivel
museográfico, subrayaremos que, de manera general, tanto la calidad del guión
como la presentación de las piezas orientan de forma eficiente al visitante,
sea o no éste profesional.
Quizá una mejor
iluminación en ciertas vitrinas, la traducción de los paneles o la colocación
de rótulos descriptivos en las piezas contribuirían a mejorar la organización
ya considerablemente didáctica de esta
exposición, la cual logra con todo éxito no sólo presentar una colección
arqueológica en particular, sino también, dar a conocer la labor fundadora de
su creador, la cual ameritaría una mayor difusión.
Además, El Museo
cuenta con varias Colecciones de Arte, y Etnografía , donadas por Jacinto Jijón
a la Universidad. Bienes artísticos de
los siglos. 17-18-19 y 20. (S.17) obras de: Montúfar, Mateo Mexía,
Miguel de Santiago, Nicolás Javier Goríbar ; (S.18) de: Bernardo Rodríguez,
Vicente Albán, Manuel Samaniego y Jaramillo, Bernardo Legarda ; (Ss.19) de:
Antonio Salas, Javier Navarrete, Luis Cadena, Joaquín Pinto, Juan Pablo Sanz,
Rafael Salas, Juan Manosalvas ; ( S.20) de: Eugenia de Navarro, Paul Bar, Juan
León Mera, Eugenia Mera, Víctor Mideros, José Gabriel Navarro, Roura
Oxandaberro y Oswaldo Guayasamín.
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