MUSEO FRANCISCANO DEL PADRE ALMEIDA- CONVENTO DE SAN DIEGO
Ubicación
Calle Calicuchima 117y Farfán (junto al Cementerio de San Diego)
Horario de Atención
Lunes a sábados y feriados 10:00 / 13:00 - 14:00 / 17:00
Domingos 10:00 / 14:00
Costo de ingreso
Adultos $2,00
Estudiantes y tercera edad $1,00
Niños menores a 8 años $0,50
Extranjeros $3,00
Para 1597, Quito contaba con 5
conventos grandes de religiosos, 3 monasterios de mujeres (La Concepción, Santa
Catalina y Santa Clara) y 5 iglesias parroquiales, además de la Catedral y del Hospital
de la Misericordia. A estos 15 edificios religiosos se agregaría uno más, la
Recolección de Frailes descalzos de San Francisco o de San Diego. San Diego
conserva la solidez de sus muros y columnas de piedra del siglo XVII. Se
conecta por medio de patios interiores con galerías conformadas por arcos en la
planada baja y pórticos cerrados en las plantas altas, los corredores
superiores se iluminan con teatinas y lucernario. El Convento de San Diego era
la antigua Recoleta de la Orden Franciscana. Es la primera Recoleta del
Ecuador, fundada el 29 de enero de 1597 por el Padre Bartolomé Rubio y, la
segunda en Sudamérica; la primera está en el Perú, la de Nuestra Señora de los
Ángeles de Lima, en el Rímac, (fundada en 1592).
Inició su construcción a finales
del siglo XVI. En 1689 fue nombrado "Obrero Mayor" de la construcción
el famoso Padre Manuel de Almeida. San Diego toma más fuerza mítica por la
presencia de otro héroe del imaginario quiteño: Francisco Cantuña. Si bien él
pinta como constructor del atrio de San Francisco, sus manos nunca estuvieron
allí, sino en San Diego, donde hizo algunos trabajos pequeños de cerrajería por
los que cobró siete pesos.
El Convento de San Diego, está
abierto como museo desde el 8 de septiembre de 1980, obra que se llevó a cabo
en la presidencia del Sr. Jaime Roldós; además con el apoyo del Sr. Oswaldo Hurtado,
siguiente presidente de la República, de la Casa de la Cultura y el Banco
Central del Ecuador. Su primer Director es el Padre John Castro. Se decide
cambiar el nombre del Museo por el de Museo Franciscano “Del Padre Almeida”.
La Iglesia en donde nos
encontramos tiene su puerta principal de entrada hacia la plazoleta. En su
arquitectura veremos que está conformada por una sola nave, pero esta a su vez
está formada por tres tipos de arquitecturas; situando las bóvedas de medio punto,
bóvedas de cañón corrido, realizado por dos pequeñas linternas ovaladas
abiertas en la bóveda, sus bordes se hallan decorados con una ligera moldura
tallada, y pintada de verde y oro, de la que se desprenden rayos también
dorados.
El presbiterio se encuentra
cubierto de un artesonado mudéjar magníficamente conservado. En el retablo del
altar de San Antonio hallamos una estatua del Santo atribuida a Bernardo de Legarda.
En el altar que se encuentra frente se hallan imágenes de la Santísima Virgen
María con las advocaciones del Quinche, La Virgen de la nube, la Virgen de
Fátima, y el Divino Niño.
El retablo del altar mayor data
de 1950, están constituidos por las
esculturas de La Virgen de la Caridad de Illescas, española del siglo XVIII en
el cuerpo central del altar, a un lado y a otro del sagrario, entre las cuatro
columnas que soportan el friso, están las estatuas de Santo Domingo y San
Francisco que se atribuyen a Caspicara, en la actualidad lo que vemos del
retablo es recompuesto ya que al parecer fue destruido por completo por los
terremotos, pero sólo hace cuarenta años
se arregló el nicho en que se halla la Trinidad, Del anterior ha quedado el
nicho central de espejos en que hoy se coloca la imagen de Nuestra Señora de la
Caridad de Illescas.
Dentro de la iglesia hay también
esculturas , como: la del Señor de la Justicia o Señor de la Caña de Diego de
Robles perteneciente al siglo XVI, la de Santa Mariana de Jesús, el Sagrado Corazón
de Jesús, A la Virgen de Piedra, es un escultura con más antigüedad que el
convento ya que data de 1575, es probablemente una copia de la Virgen de las Mercedes,
está hecha de una sola piedra y artísticamente es bastante primitiva y casi
desproporcionada, en este lugar
permaneció por algo más de 80 años.
El púlpito de San Diego sin duda representa la joya más
preciada, su forma se asemeja a un cáliz,
pero un cáliz muy bello por su forma y proporciones, se le asigna a Juan
Bautista Menacho, de 1738, es el segundo mejor púlpito de Latinoamérica, está
conformado por siete esculturas superpuestas, las cuales se le atribuyen a
Caspicara. Constituye otro elemento interesante el Osario situado tras el altar
mayor, la puerta tallada en piedra y
aproximadamente su peso es al igual a una tonelada, la misma cuenta con un
ingenioso sistema de giro la cual podemos abrir bajo una pequeña presión, en el
osario reposan algunos esqueletos, se encuentra también la pintura mural
descubierta en 1978, la virgen de los dolores acompañada a sus lados de Santo Domingo
y San Francisco.
Estamos en la Sacristía la y
podemos observar un Cristo crucificado, de tamaño natural, en actitud de
muerto, con la corona de espinas y tres potencias de plata en la cabeza:
magnífica escultura elaborada por el Padre Carlos. Se destacan tres fases al
lado izquierdo agoniza, de frente podemos observar con los labios abiertos y
sus dientes mientras que al lado derecho está muerto. Esta sala nos conduce a
una pequeña capilla en homenaje a la Virgen de Illescas.
El Patio de la Cruz es el
patio del claustro principal en cuyo centro se levanta un humilladero de
piedra, que se destaca entre higueras y rosales, sobre las paredes y ventanas
de las celdas que le rodean. Lleva la fecha de concluida la misma: «Acabose, dice,
a 6 de junio de 1626». Es pequeño, perfectamente cuadrado, rodeado de veinte
arcos semicirculares de piedra que reposan sobre sus columnas y encima de los
cuales se levantan las celdas y claustros del piso superior.
Estamos en la Sala de Profundis
lugar donde los padres meditaban antes de entrar al refectorio o comedor, en el
Refectorio se admira una representación de la Última Cena del artista quiteño Miguel
de Santiago, en la que el plato frente a Jesucristo contiene cuy y humitas, una
preparación andina tradicional, otro cuadro muy importante es la Sagrada Familia atribuida a la hija deMiguel de Santiago y
data a finales del siglo XVII.
En este momento nos encontramos
en el Coro, la sillería abre los tres lados del coro, es de dos pozos y tiene 16 asientos en la parte baja y 25 en la
alta lo que más nos extraño es que no tuviese relieve de ningún tipo. Los
respaldos sin llanos, los brazos terminan en un pequeño caracol. En un lugar
del relieve típico en casi todas las sillerías
del mundo, en San Diego posiblemente por falta de recursos se pintó el respaldo
por no dejarlo sin decoración alguna.
Antes de subir al campanario
podemos observar diferentes imágenes de
los planos y restauraciones que han sufrido la iglesia y convento subiendo por
esas gradas llegaremos al Campanario el cual consta de 3 campanas y nos
encontramos en el techo de la iglesia trabajado para 1978.
En este momento estamos entrando
a las celdas o habitaciones decoradas sus pasillos con pinturas, escritos y
baúles forados con cuero, la habitación que observamos este momento es una simulación
de la del Padre Almeida en donde encontramos la cama del Padre Almeida
realizada con cuero de vaca en tiras, sus instrumentos de penitencia, su guitarra,
sus albas (vestimenta) su hábito y sus
casullas., la habitación que tenemos al frente se va a diferenciar solo
en la cama ya que esta tendrá cuero de vaca pero en una sola tira.
Continuando el recorrido
ingresamos a la Sala Barroco donde destacamos la magnitud o la belleza de los
marcos totalmente barrocos se destaca el cuadro del pintor de la escuela quiteña
Miguel de San Diego, “EL CRISTO AGONISANTE”. Que según la historia que Miguel
de Santiago pintor de la escuela
quiteña, quiso pintar a Cristo en Agonía.
Un día hizo posar a uno de sus
estudiantes y lo crucifico mientras el
artista retrataba la escena, le
pregunto al alumno si es que estaba sufriendo y él
respondió que no. Miguel de Santiago
cegado por la ira atravesó al alumno con una lanza para fingirle más dolor y
continúo retratándolo. Cuando
termino el cuadro libero al joven pero este ya había muerto, dice la leyenda
que este fue el último cuadro que
pinto el artista por el trauma que le causó la muerte de su alumno.
Observamos el Retrato del Padre
Almeida la tradición popular asegura que este lienzo es el retrato del Padre
Almeida, Manuel Almeida, quien protagonizaría la conocida leyenda del Padre Almeida,
fue uno de los personajes más celebres
de San Diego en el siglo XVII natural de Quito, fue
hijo de Don Tomás de Almeida y
Doña Sebastina Capilla, Manuel nació en el año de 1646.
Estamos en la Sala de Bosco lleva
este nombre por el pintor holandés
Jerónimo de Bosh a quien se le atribuye el cuadro “El paso de la vida a la eternidad “ a pesar de la gran difusión de la obra grabada del Bosco y de Brueghel , parece que en Quito
no tuvo mayor acogida, por esto es extraño encontrar en San Diego una obra q
recuerda el estilo peculiar de estos artistas, también se encuentran dos cuadros de Miguel de Santiago que llevan
de titulo “La misa Grego- riana “ ,”La sábana Santa “ este último es muy importante ya que Caspicara toma como
ejemplo para hacer la escultura de la Sabana Santa que se encuentra en la
iglesia de la Catedral.
Para terminar ingresamos a una de
las cárceles durante la época de revolución es por ello que se encuentran dos
granaderos en su entrada, hoy en día es llamada la Sala de la Virgen el cuadro
más relevantes de esta sala lleva como título “La Sagrada Parentela “ya que en
este cuadro podemos observar que
los pintores del siglo XVII se basaron más
en personajes de nuestro territorio ya
que vemos a San Joaquín, Santa Ana y la niña María mestizos ya que antiguamente
se basan en grabados enviados de la Corona Española.
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