MUSEO DE LA CIUDAD
Ubicación
Calles García Moreno S1-47 y Rocafuerte
Horario de atención
Martes a domingo 09:30 / 17:30
Costo de ingreso
Adultos $3,00
Estudiantes a partir de 12 años $2,00
Niños de 3 a 11 años y tercera edad $1,00
Personas con capacidades especiales entrada libre
El Museo de la
Ciudad abrió sus puertas en 1998 en las instalaciones del Antiguo Hospital San
Juan de Dios, el cual funcionó desde 1565 hasta 1974, ejerciendo la caridad
entendida como amor a Dios y al prójimo; de esta manera, las prácticas médicas
se conjugaban con la plegaria religiosa y el cuidado a los enfermos.El Museo es
un importante punto de encuentro para el diálogo, la reflexión y el debate
intercultural e intergeneracional, a través de las diferentes temáticas
desarrolladas en sus exposiciones y de la programación artística y cultural
permanente. Además, aporta al desarrollo de las comunidades y promueve el
reconocimiento y revalorización de los patrimonios culturales vivos del
Distrito Metropolitano de Quito.
EI Museo de la
Ciudad funciona desde 1998, en el rehabilitado edificio del antiguo Hospital
San Juan de Dios, que ha permitido la recuperación de un bien arquitectónico
patrimonial. Tras los muros del Antiguo Hospital, se conserva y proyecta hacia
el futuro un testimonio de la vida cotidiana de los habitantes de Quito, desde
la época aborigen hasta los más recientes hechos del siglo XX, expresados en
aquellos objetos sencillos usados por la gente en su vida cotidiana, en ámbitos
como las artes y los oficios, la educación, la cultura y el ejercicio de la
ciudadanía.
El Museo está
compuesto por la Sala Quito, que expone la diversidad y riqueza ecológica que
encontraron los conquistadores; los modos de vida, utensilios y alimentos de
los pueblos. Almacenado en el edificio más viejo de la ciudad, el Museo de la
Ciudad está en el corazón del centro Histórico de Quito. Fue fundado en 1565
por orden del Rey de España, como el Hospital de la Misericordia de Nuestro
Señor Jesucristo. Este adoptó el nombre de Hospital San Juan de Dios en el
siglo XIX, como todavía se lo conoce hoy.
La instalación de
hospitales en las ciudades españolas recientemente establecidas era en
respuesta a la mentalidad medieval cristiana que acentuó la importancia del
bienestar de la gente común 54 y sus valores de solidaridad y atención al
necesitado. Hospitales, un nombre derivado de la palabra
"hospitality", completa las múltiples funciones en la sociedad
española. Además de la asistencia a personas enfermas, estaban las auténticas
casas de caridad que dieron una plaza agradable para huérfanos y sin
hogar. De las paredes del viejo Hospital,
el Museo de la Ciudad paga el homenaje para todos los hombres anónimos y las
mujeres quien día a día, a lo largo de los siglos, han seguido ampliando la
ciudad con su trabajo, ideas, pasiones, alegrías, dolores, y el trabajo
sumamente expresivo nacido de las diversas identidades que ellos incorporan.
Por eso, el Museo presenta la Historia de la vida diaria, porque sólo por esto
las diversas identidades de los habitantes de Quito pueden ser rescatadas y
reconstruidas.
En el campo de la
Historia, el Municipio de Quito ha sido capaz de cubrir una demanda cultural en
el área de museos. Mientras estos, tradicionalmente, se han concentrado en
áreas como las de arqueología, arte, desde grandes personajes y
acontecimientos, el Museo de la Ciudad muestra la historia de Quito desde la
posición ventajosa de los ciudadanos anónimos que han vivido aquí. Este enfoque
permite la comprensión de la mentalidad y la imaginación de una ciudad compleja
habitada por múltiples comunidades en las cuales el pasado da testimonio del
presente y futuro desde un punto de vista socioeconómico.
Durante el recorrido
del Museo, es posible apreciar que su patrimonio, además de una conjunto de
obras excepcionales y de objetos cotidianos, está compuesto por manifestaciones
intangibles, subyacentes de la cultura urbana: la intimidad, anécdotas,
leyendas y tradiciones: los olores y sabores, el vestido, las normas y
prohibiciones sociales, los oficios y las fiestas. A través del permanente
cambio en las exposiciones y de la política de involucrar a la comunidad en las
actividades y objetivos del Museo, éste busca constituirse en sujeto vivo y
activo del Quito contemporáneo.
Así, el Museo de la
Ciudad brinda a los ciudadanos un espacio dinámico de integración y
participación social, un lugar alternativo de aprendizaje en el que la diversidad
es un factor de riqueza, y la cultura se ofrece cada día como la alternativa de
desarrollo. Dentro de los centenarios muros del Hospital, el Museo recupera las
viejas funciones de solidaridad y servicio a la comunidad para las que este
edificio fue construido.
Secciones del Museo:
Prehispánico. La
región de Quito era el centro del comercio interregional y un punto de cambio
de ideas, productos, culturas y carreras. Aquí, los comerciantes podían
intercambiar bienes de 55 los orígenes más diversos, lenguas, y creencias
religiosas. Con el tiempo, los dominios étnicos de gran poder y la enorme
concentración demográfica fueron constituidos. En las décadas pasadas antes de
la llegada de los españoles, Quito era un importante complejo comercial y la
defensa para los conquistadores incas. Sus construcciones sirvieron como base
sobre la cual las ciudades españolas y la sociedad colonial fueron construidas.
El adobe, la piedra,
la madera y las manos de los antiguos habitantes quiteños lograron moldear, a
través de los siglos, la construcción que se convertiría en la edificación
civil más antigua de la ciudad de Quito. Las altas y macizas paredes, ubicadas
en la tradicional calle de las Siete Cruces, ahora conocida como García Moreno,
dieron testimonio durante 409 años de las diversas actividades de una casa de
salud, en donde recibieron atenciones médicas varias generaciones de quiteños y
se formaron centenares de médicos.
El Museo de la
Ciudad es un centro de expresión de la cultura de Quito, que propicia la reflexión
y la recreación de su memoria cotidiana en busca del reconocimiento y la
apropiación de valores de los habitantes de la ciudad.
Exposiciones
permanentes:
Sala Quito
Nos
muestra el juego entre la riqueza de un pasado milenario y la diversidad
cultural actual. Una lectura diferente de la historia, a partir de la vida
cotidiana y de los procesos sociales. Refleja los modos de vida, utensilios y
alimentos de los pueblos que ocuparon la hoya de Quito. Gracias a su posición
geográfica privilegiada, Quito se erigió como un importante centro de
intercambio económico y cultural entre diversas regiones. Sus vías naturales de
comunicación permitían el acceso desde cualquier punto y es por eso que se
convirtió en uno de los principales ejes económicos de Los Andes
Septentrionales.
Siglo XVI
El siglo
XVI fue un periodo violento, como consecuencia del establecimiento e imposición
de un nuevo orden. La fundación española de Quito determinó el encuentro y la
convivencia difícil entre dos culturas distintas, y trajo consigo el inicio del
mestizaje, nuevos límites geográficos e imposición de leyes y otros sistemas de
gobierno. Presenta una época de cambios y de crisis, intensa y dramática que
vivió la conquista española y el esfuerzo del mundo indígena, de la choza y el
techo de paja, a la iglesia, la piedra y la teja.
Siglo XVII
Ofrece
imágenes del nacimiento de una ciudad donde predomina la cultura barroca,
consolidando con ella el nuevo orden. Quito, como capital de la Real Audiencia,
progresa a 56 través del auge del comercio y los obrajes. Se construyen grandes
templos que facilitan la difusión de la religión Católica.
Este siglo se
caracterizó por un fortalecimiento económico, impulsado por el desarrollo de la
industria de los tejidos, y ya que los indígenas conocían ancestralmente su
manejo, no se les hizo difícil adaptarse a la tecnología impuesta por los
españoles.
Además, los
habitantes de la Audiencia de Quito, ante los desastres naturales del siglo
anterior, aumentaron su devoción religiosa, implantando en la sociedad un
pensamiento secular; una imagen sobresaliente de este misticismo fue la de
Mariana de Jesús.
Presenta a una
ciudad que toma forma gracias al comercio, al nacimiento de las instituciones y
la religiosidad, la vida social adquiere nuevos ritmos y se establecen rígidas
jerarquías. Las artes y los oficios contribuyen a construir una nueva urbe, que
empieza a desarrollarse bajo las formas del barroco.
Siglo XVIII
Siglo
de las luces y apogeo de un pensamiento ilustrado, producto de la visita de misiones
científicas. Época de cambios, redefiniciones, descubrimientos y decadencia
económica. Época de sublevaciones indígenas y mestizas que trajo consigo la
inestabilidad social. Se
caracteriza por la visita de misiones científicas extranjeras, que reconocieron
la riqueza de la región, sus animales, plantas y habitantes. Existía una
estratificación social bien marcada que establecía las normas de comportamiento
y costumbres que debían adoptar las personas de acuerdo con su clase. Fue una época
en la que se desarrolló la escultura, siendo Bernardo de Legarda su máximo
representante.
En Quito se inicia
la consolidación de una identidad criolla que reclamaba igualdad de derechos y
reconocimiento por parte de la Corona y se avizoran signos de descontento por
la administración española.
Siglo XIX.- La
influencia del pensamiento ilustrado introduce la cultura francesa en la
sociedad, transformando los estilos de vida cotidianos. Las nuevas tecnologías
irrumpen la conciencia social bajo la idea de progreso.
Las ideas
libertarias que se propiciaron en el siglo anterior, con Eugenio Espejo como su
máximo exponente, dieron paso a la Independencia y al establecimiento de la
República. El siglo
XIX fue una época de
modernización y de afrancesamiento en el gusto estético de los habitantes de
Quito.
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