lunes, 11 de mayo de 2015

Museo Arqueológico Antonio Santiana


MUSEO ARQUEOLÓGICO ANTONIO SANTIANA 


Ubicación 
Universidad Central - Facultad de Filosofía - Av. América

Horario de atención 
Lunes a viernes 08:00 / 17:00

Costo de ingreso 
Adultos $1,00
Estudiantes $0,50

El Museo Antropológico de la Universidad Central exhibe una muestra de 12 mil años de cultura aborigen. Fue creado en 1925 como museo Arqueológico Nacional con valiosas piezas arqueológicas y de historia natural. Desafortunadamente, en el incendio de la vieja casona, ocurrido el 9 de noviembre de 1929, se perdieron muchas piezas. El año 1959 se incorporó a la colección original una muestra de cráneos y objetos indígenas contemporáneos, con lo cual adquirió el carácter en museo antropológico y etnográfico, bajo la dirección del doctor Antonio Santiana, que hizo importantes contribuciones a la antropología física y cultural.
Desde hace varias décadas el museo forma parte de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. El año 2010 el museo fue reabierto con un nuevo diseño museográfico y una concepción museológica antropocéntrica. Según el testimonio del actual director, el Museo Antropológico Antonio Santiana “Guarda una colección arqueológica de 1300 piezas y resalta la figura humana, plasmada en esculturas y artefactos utilitarios y rituales, inspirados en personajes reales que hablan no solo de un antropormorfismo sino también de un antropocentrismo de los pueblos prehispánicos.
El viejo museo exhibe un atractivo diseño en el que se combinan murales, dioramas, textos explicativos y 27 vitrinas con valiosas piezas de las colecciones que pertenecieron a Jacinto Jijón y Caamaño, Federico González Suárez, Max Uhle y Antonio Santiana.
La concepción teórica del museo de la Universidad Central contribuye a desvanecer el mito de América como el continente inferior y sin memoria histórica, y a desmitificar la vieja tesis eurocentrista de la inferioridad de los pueblos americanos. Ante esa percepción “deformada y ahistórica se redescubre a nuestros pueblos y a su proceso de su evolución cultural, en el tránsito de primitivas formas comunitarias hacia formas pluriclasistas de división del trabajo, lo cual se expresa en el desarrollo de múltiples ámbitos del saber y el hacer, como en la cerámica, la  agricultura, la construcción de viviendas, caminos, embarcaciones, monumentos ceremoniales, textilería, orfebrería, platería, medicina. Se destaca el uso y conservación del suelo y del agua, mediante los cultivos en terrazas y la construcción de canales de riego; el conocimiento de la flora y fauna nativas, y la sabia utilización de las plantas medicinales… para la satisfacción de sus necesidades básicas: alimentación, vivienda, vestuario, comunicación, fabricación de  herramientas y objetos ceremoniales…” (2)
El museo Antropológico de la Universidad Central guarda importantes testimonios materiales de las principales culturas precolombinas del Ecuador y con ello se recrea la verdadera historia aborigen. Expresa Plutarco Naranjo en el estudio introductoria al libro El Pan de América: “Cuando los españoles descubrieron América -esto lo atestigua el propio Colón en su diario y sus cartas a los Reyes Católicos-, encontraron un pueblo saludable, de gentes robustas y singular belleza… Mientras fueron señores de sus tierras, los aborígenes de América gozaron de una alimentación variada y balanceada. Desarrollaron técnicas agrícolas que les permitía gozar de buena alimentación y nutrición. La conquista implicó una profunda alteración en sus patrones alimentarios… pasó a una dieta limitada y monótona. América tanto en su parte tropical como en su área andina fue un importante centro de domesticación de plantas y de desarrollo de nuevos cultivos, algunos de los cuales, ahora sabemos son de muy alto valor alimenticio: la quinua, el chocho, los amarantos.
En bien logrados dioramas e ilustraciones el museo presenta secuencias históricas de la evolución cultural de los pueblos que habitaron la Costa, la Sierra y Amazonía de lo que ahora es el territorio ecuatoriano.La historia oficial destacó las hazañas de los conquistadores pero ocultó la verdadera historia y cultura de los pueblos americanos, las técnicas para enfrentar los
problemas de sobrevivencia y reproducción social y los conocimientos protocientíficos del mundo físico y del mundo viviente. Hace cinco siglos se edificó el mito del continente inferior y sin memoria para  justificar la explotación y el genocidio colonial; luego se pretendió levantar el mito del fin de la historia para imponer el pensamiento hegemónico y la política de dominación global. El Museo Antropológico de la Universidad Central contribuye a desterrar mitos y prejuicios, aporta al fortalecimiento de la conciencia social de nuestro pasado que nos enorgullece y afirma como un pueblo dueño de una larga historia, con la cual todos los ecuatorianos debemos identificamos

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